El traje de fallero, o traje tradicional masculino valenciano, es el reflejo de siglos de historia, de las costumbres del pueblo y del modo de vestir de los hombres valencianos desde el siglo XVIII. Su evolución ha estado marcada por la funcionalidad, la elegancia y el respeto por la tradición.
Originalmente, los hombres del campo vestían prendas cómodas y resistentes para el trabajo diario: camisas de lino, pantalones anchos, chalecos sencillos y pañuelos que protegían del sol. Con el paso del tiempo, estas prendas fueron adaptándose a contextos más festivos y urbanos, incorporando bordados, telas más elaboradas y detalles artesanales.
Durante el siglo XIX, influenciado por las modas europeas, el traje tradicional se fue refinando: aparecieron nuevos cortes de chaleco, colores más ricos, y accesorios como la faja o la manta morellana, que añadían distinción. La capa, el sombrero, el pañuelo de cuello y los calzones se convirtieron en elementos icónicos.
Hoy, el traje de fallero representa tanto elegancia como orgullo por nuestras raíces. Cada prenda tiene su historia, su función y su simbología. Ya sea en su versión más sencilla o en su vertiente más ceremonial, el traje tradicional masculino es parte fundamental de las fiestas y del sentimiento fallero.
En Álvaro Moliner trabajamos para mantener viva esta herencia, confeccionando trajes a medida con tejidos de calidad, asesoramiento experto y un profundo conocimiento de la tradición masculina valenciana.